Extractos y aceites esenciales

Los aceites esenciales son compuestos orgánicos elaborados a base de plantas a los que se le atribuyen numerosas propiedades medicinales, la aromaterapia es un tratamiento alternativo que le da uso a estos extractos y aceites, ayudando a mejorar el estado de salud físico, mental y emocional. Esto debido a sus propiedades relajantes; existen distintos tipos de aceites esenciales, los más comunes son el aceite esencial de lavanda, jazmín, menta, canela, limón, mandarina, rosas y vainilla.

Las personas a menudo se encuentran bajo un estrés mental y emocional muy fuerte debido a la incertidumbre que sienten sobre alguna enfermedad. El uso de los aceites esenciales sirve como una terapia alternativa de relajación, que puede ayudar al paciente a ser más positivo sobre su enfermedad y a pensar con más claridad mental.

Hierbas medicinales

Hasta hoy en la actualidad el uso de los remedios herbolarios sigue vigente no solo en las culturas indígenas, sino también en las culturas modernas, ya que muchos medicamentos farmacéuticos son sintetizados a partir de dichas plantas, pero con efectos secundarios como el daño renal o hepático. Es por ello que cada vez más personas optan por regresar a lo natural y curarse como nuestros antepasados.

Las hierbas medicinales sirven como base de diferentes productos naturales que pueden ser consumidas por las personas con alguna enfermedad grave para calmar el dolor. Siempre es importante consultar a su médico especialista para verificar si la sustancia activa de la planta no interfiere con la absorción de otro medicamento base.

Productos alternativos

Los productos o terapias alternativas son procedimientos u objetos destinados para el tratamiento de algunas enfermedades pero que aún no se ha comprobado científicamente su efectividad, sin embargo, existen personas alrededor de todo el mundo que los usan y los recomiendan, ya que a pesar de que no está comprobado su efectividad por estudios científicos, si han ayudado a las personas a mejorar su salud. Cada vez aparecen nuevos tratamientos alternativos que ayudan a controlar el dolor causado por enfermedades graves como lo son la ansiedad, fatiga, náuseas y vómitos, dificultad para dormir y estrés. Algunos de los tratamientos más utilizados son la alcalinización del agua, medicina ayurvédica, homeopatía, medicina tradicional china, acupuntura, meditación, musicoterapia, yoga e hipnosis.

Raíces y cortezas medicinales

Son una parte de la medicina herbolaria que se usa desde la antigüedad. Algunas de las raíces y cortezas que se les han atribuido mayores propiedades nutricionales y curativas son: la cúrcuma, astrágalo, jengibre, ginseng siberiano, uña de gato, regaliz, sello de oro entre otras.  Algunas de estas son especialmente benéficas, por ejemplo, la cúrcuma (cúrcuma longa) es famosa por sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, útil principalmente para fortalecer el sistema inmunológico del cérvix, las glándulas de mama e hígado; existen estudios científicos en los que afirman que para que haya una buena absorción de los componentes de la cúrcuma debe de acompañarse de pimienta negra, ya que sola difícilmente es absorbida por el cuerpo.

Vitaminas y minerales

Estos son micronutrientes esenciales para el correcto funcionamiento del organismo debido a que intervienen en numerosos procesos metabólicos del cuerpo. Tanto las vitaminas como lo minerales se encuentran naturalmente en los alimentos, sin embargo, en ocasiones con la pura alimentación no se cumplen con los requerimientos diarios, en especial de calcio, potasio, magnesio, vitamina A, C, D, y E. por ello es necesario consumir suplementos y/o complementos dietéticos que puedan cubrir este déficit. Cuando hablamos de personas con enfermedades crónicas no solo hay deficiencia de las vitaminas y minerales antes mencionadas, sino de otras más que son necesarias para mantener al cuerpo fuerte y saludable para su recuperación, esto se debe a la pobre ingestión dietética, así como a los efectos secundarios causados por los tratamientos médicos, que le impiden al paciente alimentarse adecuadamente y absorber las vitaminas y minerales que el cuerpo necesita.